Nombre: Lucía Calcines Cabrera
Edad: 54 años
Profesión: Asistenta
Ubicación: Telde. Gran Canaria
He
sufrido de dolor de cabeza desde que nací, mi madre dice que el primer ataque
epiléptico lo tuve a los cuatro meses y que me dieron por muerta durante una
hora. Las crisis epilépticas tratadas por neurólogos se repitieron hasta los
cuatro años. Antes de llegar al Dr. Larena he tenido un largo recorrido de
psiquiatras, psicólogos y neurólogos… Creo que hoy en día no me quedan
ansiolíticos ni antidepresivos que tomar. Llevo más de 35 años tomándolos.
Estoy diagnosticada por neurólogo de depresión crónica.
Mis síntomas antes de conocer al Dr. Larena eran: dolor de
cabeza como si me estuvieran dando martillazos, sensación de que me levantaran
el cuero cabelludo, dolor en el ángulo de la mandíbula al abrir mucho la boca,
sentía la mandíbula y el cuerpo tenso, a veces zumbidos en ambos oídos,
pérdidas de memoria, crisis de ausencias, perdía la noción de la realidad. Ansiedad
y depresión.
Desde
los 5 años hasta los 13 estuve bien, a los 14 años después de sufrir un
trauma emocional por la muerte de una amiga e ingresarme en el Hospital Insular
bajo tratamiento psiquiátrico con Tegretol, Trileptal, etc. y diagnosticada de
depresión emocional y ansiedad. Desde entonces tomo la medicación. De vez en cuando me suspenden el tratamiento,
vuelvo a recaer y me suben las dosis. Empecé a notar las primeras crisis de ausencias y pérdidas
de memoria, casi a diario, hasta el punto de no saber llegar a mi casa. Tenía
que salir acompañada con alguien y siempre con el DNI.
Hace
dos años me levanté con un fuerte dolor de boca y mandíbula que no me dejaba ni masticar ni hablar. No sabía a dónde
acudir, porque no era un dolor de muelas común, era un dolor inexplicable.
Acudí a mi dentista que me recomendó quitarme toda la dentadura para que se me
fueran los dolores. Me sentí desesperada, impotente; hablé con mi hija y ella
dio con la consulta del Dr. José Larena.
Cuando
fui a la consulta del Dr. Larena, y después de hacerme la historia clínica y
una exploración de la boca y de los Nervios Craneales, me diagnosticó de CAT
bilateral y Desequilibrio Oclusal. Me indicó cambios en los hábitos posturales,
recorte de la parte posterior de la prótesis superior para hacer espacio y
evitar el impacto contra el maxilar superior, Equilibrado Oclusal y Funcional y
tratamiento de Rehabilitación Neuro-Oclusal.
Les
parecerá increíble pero al cabo de unos meses el dolor en la boca era menor, ya
podía moverla con facilidad, pero lo realmente increíble es que he pasado de
tomar 7 u 8 pastillas diarias a tener solo una por la mañana y otra por la
noche. Eso ha significado para mí un cambio y una felicidad inmensa ya que a
demás de quitarme el dolor también me ha curado de mi depresión crónica y que
nunca pensé que tuvieran relación con la boca, como con las crisis de
ausencias, ansiedad y dolor de cabeza.
Gracias al Dr. Larena por este tratamiento ya que hoy soy una mujer muy
diferente a la que vio por primera vez hace tan solo un año.
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